lunes, 7 de noviembre de 2016

SATANÁS ESTA SUELTO

Por Iván Antonio Jurado Cortés

En medio del folclorismo político que vive el país por estos días, el demonio viene trabajando juiciosamente; está aprovechando un escenario de incertidumbre para embaucar a cuanto desprevenido encuentre por la calle. Hace diez días Colombia decidía a través de un plebiscito la refrendación de unos acuerdos entre gobierno y las Farc, desafortunadamente el resultado agarro por sorpresa hasta los mismos que promovieron la no validación de lo pactado en La Habana. De esa fecha hacia acá, lo único visto es una serie de actuaciones desproporcionadas que han puesto en tela de juicio el criterio de los pregoneros del NO.

No cabe duda que el demonio fue determinante en la decisión de la ciudadanía que con su voto expresó la continuidad de un conflicto que por más de medio siglo ha causado tanto daño, la mayoría irreversible. Bien es sabido que el diablo sabe más por viejo que por diablo, y esto se ha demostrado en este circo de la política nacional. Al único que se le ocurre negarle la posibilidad para que la humanidad tenga mejor forma de vida es al demonio, que siempre actúa de mala fe, llevándose por delante la ingenuidad de millones de personas, que gracias al azufre no les ha permitido abrir los ojos.

Una anciana de un municipio en Nariño, manifestó que tuvo el infortunio de encontrarse con el diablo, quien sin vacilar le dijo: “abuelita, por Dios!, no vaya a cometer el error de su vida votando en favor de un pacto que el gobierno hizo con los guerrilleros; si lo hace, yo me la cargo para el infierno. Le recordó las palabras del ex procurador Ordoñez, que toda la gente mala se la lleva Satanás”. Esta campesina con un mensaje solidario hacia las víctimas, le respondió: “¡Vete demonio!, no te tengo miedo; conozco de tus andanzas, me confundiste con una de la ciudad que aún te comen cuento”. No le quedó a Lucifer sino salir en ‘bombas’ en busca de más azufre.

El ejercicio del plebiscito permitió detallar con precisión la intencionalidad y solidaridad de los colombianos; la votación mostró el mapa de quienes están cansados con el conflicto y cuales son indiferentes o no les interesa lo que pase particularmente en los campos. Los defensores del NO han demostrado que su discurso jamás tuvo argumentos, muestra de ello las propuestas que desde su seno salen, todas incluidas en los acuerdos, y la que no está es porque no ha sido aceptada por las partes. La situación está al rojo vivo; son tan intensas las llamas que ni el demonio mayor ni su comparsa, soportan. Se los ha visto brincando e improvisando salidas, la mayoría producto de la desesperación.

Así como en la tierra no hay nada oculto, lo mismo sucede en el infierno; después de la hecatombe política, salió un diablillo rebelde y ventilo fuera de su averno las diabluras que su jefe había planificado para contrarrestar la intencionalidad de millones de almas, que se proponían apoyar la terminación de una guerra absurda. Debido al masoquismo mental de los hijos del ‘Corazón de Jesús’, estas fechorías maquiavélicas no han trascendido como debiera ser; por el contrario, otros pequeños cucos le han salido al corte para evitar que el azufre infernal sea absorbido por sus mismos secuaces.

La tentación del demonio está por doquier; en muchas ocasiones se le mira disfrazado de alguna personalidad de la vida pública, quien con su peculiar estilo engatusador, genera opiniones que trascienden los límites de lo terrenal e infernal. Claro está que la coyuntura política del país es perfecta para que Satanás y su corte tomen protagonismo, a veces excesivo, perjudicial para nobles personas que aún siguen esperando la llegada del ‘espíritu santo’.

Hay que reconocer la astucia de este diablo colombiano, quien desvirgó frontalmente a congregaciones que prestan sus servicios a nombre de Jesús. Tanto es el poder del demonio que después de poseerlas las sedujo para que salieran a defender sus intereses, sin importar la alevosía que le hicieran al hijo de Dios. Me imagino que el Todopoderoso debe estar asombrado que sus ovejas predilectas se hayan descarriado en favor de su peor enemigo.

Está comprobado que Satanás esta suelto; ahora nadie puede dudarlo. Haber saboteado la única posibilidad que la gente de bien tenía para vivir en paz, es prueba que Luzbel hizo de las suyas. Es necesario que el Papa venga con urgencia a Colombia para exorcizar a cuanto endemoniado ande por allí. El premio Nobel de Paz otorgado a ‘Juanpa’, es muestra que los dioses están con los buenos, y que las andanzas del demonio pronto llegaran a su fin. Los días venideros serán difíciles y el diablo endurecerá su proceder, al final, la esencia de la benevolencia se impondrá sobre la mayor tentación demoniaca que haya tenido esta patria.


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