miércoles, 10 de septiembre de 2014

Única oportunidad

Por Iván Antonio Jurado Cortés
Un anciano con pensamiento lúcido y la experiencia de la vida encima, posaba sobre un lugar estratégico de un barrio suroriental de la capital nariñense; alguien se le acercó y preguntó: ¿Cómo mira la propuesta del Conpes agropecuario para Nariño? Muy sabía su respuesta, y sin titubeos dice: puede ser la única oportunidad de desarrollo para esta región sur del país.

Hace unos días, el Presidente de la República, Juan Manuel Santos, aprobó el documento Conpes para el Desarrollo Agropecuario de Nariño, que contempla inversiones por $2 billones 44 mil millones de pesos, para proyectos transversales y estratégicos de las diferentes cadenas productivas, a ejecutarse en los próximos cinco años.

Del total de recursos comprometidos la Nación aporta $1.6 billones, el departamento, $108 mil millones provenientes del Sistema General de Regalías y $375 mil millones adicionales, correspondientes a un crédito con incentivo de capitalización rural y tasa subsidiada.

El mismo Jefe de Estado aseguró: “Nariño tendrá la oportunidad de transformar la vida de su gente. Entre 2014 y 2018 podrá invertir $1.6 billones (aportados por la Nación) en desarrollo agropecuario. Seguiremos cumpliéndole a Nariño y a sus campesinos”, indicó. Debe reconocerse la gestión y liderazgo que en este caso ha demostrado el gobernador de Nariño. Ahora queda diseñar oportunamente estrategias para la formulación de programas y proyectos sostenibles, encaminados a cumplir con el objeto.

Jamás en su historia este departamento sureño ha contado con tanto dinero para inversión social. No solo recibirá del Conpes agropecuario, sino de otros convenios nacionales como Contrato-Plan y por supuesto del SGR, recursos básicos para el replanteamiento de una verdadera política de inversión departamental. Lógicamente que los resultados dependerán de la diligencia institucional regional y local. Los municipios tendrán su participación de acuerdo a la gestión y presentación de proyectos técnicamente justificados.

Desde ya, algunas organizaciones sociales se preparan para afrontar este gran reto, que podría cambiar en algún momento el estigma de ser la cenicienta del país a través la historia, hablando de inversión estatal. La responsabilidad es inmensa, especialmente del próximo mandatario departamental como de los municipales, razón para que en las contiendas electoreras venideras, la ciudadanía se encamine por elegir autoridades de gran visión de desarrollo, hecho que obliga perfiles académica y socialmente estructurados.

De ello depende el aprovechamiento de la oportunidad económica que se avecina para esta sección suroccidental de Colombia. Ya se ha probado con la ‘platica’ proveniente del SGR, muchos municipios aún no han asimilado este nuevo sistema, retrasando acciones e inversiones en sus comunidades. Obviamente que este tipo de iniciativas deben ser lideradas por los ejecutivos municipales, ellos son los llamados a trazar las metas encaminadas al mejoramiento de la calidad de vida de sus representados, tal  como lo propone el mandatario nacional.

Pero como todo es una competencia, muchos oportunistas se enfilan con los ojos cerrados lograr el 25 de octubre del 2015, ocupar las primeras magistraturas locales. La población electora también será responsable de las determinaciones políticas del próximo cuatrienio administrativo. Es una obligación y compromiso compartido, pero con la ventaja de que finalmente los determinantes del desarrollo o atraso de los pueblos serán exclusivamente los sufragantes.

La pelota está en nuestras manos de saber corresponder a la única oportunidad que el gobierno nacional brinda a los ‘hijos del Galeras’. Que no se convierta en una fuente enriquecedora ilegal.


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