lunes, 3 de marzo de 2014

‘MARIONETAS’ DE LA INFORMACIÓN

Por Iván Antonio Jurado Cortés

El gobierno venezolano atraviesa por estos días una crisis interna, propia de un país en transición del sistema neoliberal a un mundo con proyección más social. Aunque Hugo Chávez en casi quince años de gobierno sentó unas bases políticas que permitieron abrir paso a otra manera de gobernar, aún persisten debilidades que de alguna forma afectan la estabilidad emocional y política de ese pueblo bolivariano.

Hoy los medios de comunicación al servicio del capital difunden imágenes y versiones mostrando un país en total crisis y un gobierno a punto de colapsar, razón para que el presidente de esa nación diga que son simples ‘marionetas de la información’, muchas, repagadas por empresas norteamericanas o de extrema derecha.

No se puede desconocer que el mandato de Nicolás Maduro presenta diferencias a su inmediato antecesor, especialmente en el manejo de la información y procedimiento en cómo afrontar situaciones engorrosas como el avivamiento de la oposición. Se observa que las estrategias del ejecutivo no son tan efectivas, permitiendo generar duda, incluso en los mismos militantes.

A simple vista se detecta la falta de carácter del gobernante en el sentido de contrarrestar el saboteo internacional, empezando con su vecino, Colombia. En los más de quince días de supuestas revueltas sociales, se ha notado que el gobierno venezolano improvisa en temas fundamentales para el Estado, y varias decisiones tomadas son reflejo del desespero y presión extranjera.

En este orden, se califica como error garrafal la detención de Leopoldo López, que ahora y gracias al desorden administrativo del gobierno central, se ha convertido en figura y mártir de un pueblo supuestamente ‘subyugado a una dictadura socialista’. Esto me recuerda el histórico pasaje del ‘florero de Llorente’, pretexto perfecto para iniciar con el proceso de la independencia granadina, y que hoy, estos países latinos conmemoran y agradecen por semejante gesto patriótico. Aunque las dos situaciones son estrictamente diferentes, en el fondo lo que la oposición del gobierno bolivariano buscaba era un pretexto político para enardecer los ánimos y aglutinar la mirada internacional, hecho que les ha arrojado excelente resultado.

Es lamentable que la presunta protesta social en contra del socialismo sea manejada a su antojo por cientos de medios informativos, que no pierden oportunidad para desinformar y confundir a la desprevenida opinión latinoamericana. Imágenes y boletines de prensa inundan redes sociales, plataformas noticiosas radiales y televisivas, fomentando cada vez un concepto diabólico de lo que es la revolución bolivariana. La desinformación mediática empieza a causar estragos que sistemáticamente permean la sensibilidad de compartidarios socialistas de Venezuela y el mundo.

Es verdad que al carismático Chávez es difícil  de igualar peor superar, sin embargo, dentro de lo que respecta al actual gobierno, existen vacíos que han quedado a la deriva, siendo aprovechados estratégicamente por la contraparte política, caso de la inflación, desabastecimiento de alimentos, entre otros, que se han convertido en caballito de batalla para presionar al mandatario hasta el punto de exigirle la dejación de su cargo.

Cabe destacar el invaluable trabajo efectuado por la prensa opositora-neoliberal de américa, que permanentemente cumplen con el mandato ‘yanqui’ de aniquilar psicológicamente el pensamiento socialista. Y no podría ser ajeno a esta encrucijada el sistema informativo de Colombia, que muchos de sus dueños y directores anhelan transmitir el derrocamiento de la insignia socio-revolucionaria de Latinoamérica.


Estos medios informativos no son más que títeres al servicio del imperio, convirtiéndose en arma letal y silenciosa para desestabilizar y contratacar posiciones contrarias a la esclavitud económica que pretenden anclar algunos países hermanos.

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