lunes, 1 de julio de 2013

UN ‘GOLPE’ BAJO

Por: Iván Antonio Jurado Cortés

En Colombia, país conocido como el del “Corazón de Jesús”, pasa de todo, y cada vez nos vislumbra la creatividad y astucia de millones de colombianas y colombianos que se la juegan por supervivir, en fin, lo importante es imponer y cristalizar esa ilusión en realidad.

Desafortunadamente, sobrevivir en esta nación es el ‘pan de cada día’; son más de 30 millones de compatriotas los que permanentemente se rebuscan el sustento de diferente manera, muchos arriesgando la vida, y otros rompiendo el paradigma del concepto ‘bueno’. Es la disputa por coexistir.

En el marco de las habilidades por la competencia, también se encuentra otro selecto grupo, que aprovechando la envestidura o dignidad política y/o administrativa, accionan sus tentáculos en pro de salvaguardar intereses netamente particulares. Este tipo de personajes, no lo hacen por subsistir sino por vivir bien, irónicamente a costilla de las personas que luchan por sobrevivir o sea, las más vulnerables.

Hoy en día ser político en este país, es sinónimo de ‘pícaro’; desgraciadamente esta tan estigmatizada esta palabra, que es hora de cambiar el significado o dejársela para la denominación de mezquinos y politiqueros clientelistas, parásitos del erario público.

Como en cualquier escenario, no todos son malos, aunque con la degradación acelerada del tejido social, cada vez son mayores los seudopolíticos que los verdaderos líderes sociales. Es una lástima que por estos sinvergüenzas, mal miren a los dirigentes íntegros y éticos que aun existen en toda la geografía nacional.

No se puede ocultar ni existe la manera de opacar la voracidad y ambición de estos ‘pillos’, siempre con más fuerza, hasta el punto de perder el control e inundarse en su propio repudio de deshonestidad e inmundicia.

Desafortunadamente, ninguna de las organizaciones políticas se salva de este proceder endemoniado; aunque algunos partidos están absorbidos completamente. Para muestra de lo mencionado, la aprobación dizque de la ‘Reforma a la salud’, fue el último ‘golpe bajo’ que ha recibido el pueblo, la democracia y la dignidad humana.

Esta  semana pasará a la historia por la decisión de estos traidores de la buena fe de millones de personas, confiadas que en esta oportunidad los ‘padres de la patria’ impulsarían y aprobarían una reforma que entendiera el dolor y padecimiento de los afectados.

Esta mafia engendrada a raíz de la creación de las famosas Empresas Promotoras de Salud EPS, viene sustrayéndole importantes recursos al país, superiores a otros modelos de corrupción. Con esta desastrosa ley, estas figuras legalizadoras y privatizadoras del dinero estatal, se han transformado en ‘gestoras sociales’; que en plata blanca es: “la misma puerca con distinta guasca”.

Así como están las cosas, la polémica ‘reforma’ a la salud fue un juego de ajedrez, sin salirse de la formalidad del mercantilismo, y proyectada a fortalecer aún más a estas empresas privadas, quienes finalmente continuaran teniendo el control de los recursos públicos presupuestados para la prestación de este servicio esencial.  

Otro engaño más, que conllevará sin discusión alguna al colapso total de este asesino sistema. Colombia es de los pocos países en el mundo donde la salud es el negocio más lucrativo, con la venia obviamente de los gobernantes de turno y la impotencia popular.


Este estado latinoamericano se ha caracterizado por la creatividad, habilidad y capacidad que tienen los gobiernos de manipular y sobreponer ideas dentro de la legalidad, con el propósito de formalizar su maquiavélico y voraz interés capitalista. 

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