lunes, 23 de abril de 2012

LA VENIA PARA “TIO SAM”

Por: Iván Antonio Jurado Cortés
Cartagena, Colombia fue el sitio por estos días donde se encontraron treinta y tres mandatarios americanos de los treinta y seis que conforman la geografía del nuevo continente. Con bombos y platillos fue anunciada la VI Cumbre de Las Américas que se originó en nuestro país; obviamente este encuentro fue el plato fuerte de la prensa, analistas, empresarios y en término muy bajo de la gente del común. Prácticamente esto no influenciara en nada sobre la vida del pueblo americano. Más bien es un evento para intereses empresariales de alto nivel, al igual que la palestra perfecta para politiqueros y lagartos de cuello blanco expertos en mojar prensa y ostentar sus dotes de libertadores de América.
Desde el año 1994 cuando se celebró en Miami la primera cumbre, orquestada y manipulada por el entonces presidente ‘gringo’ Bill Clinton, cuyo objeto era emprender una campaña formal de capitalismo salvaje, no ha pasado de ser una ilusión óptica para las masas populares y un negocio lucrativo de cientos de rancios ‘negociantes’ americanos. En aquel entonces el tema prioritario fue  la economía a gran escala; sin embargo con el paso de los años este espectáculo a pesar de no contribuir en nada a mejorar las condiciones físicas de millones de compatriotas sumidos en la miseria absoluta, sigue siendo ‘un manjar’ de fuerte atractivo amarillista.
Esta famosa cumbre también pasó por Chile, Canadá, Argentina, Trinidad y Tobago y esta vez finalmente el show de los millones de dólares llegó a Colombia que ha propósito de los anteriores, se vivió con mayor furor y “elipatriotismo”, todo gracias a la impecable transmisión de la televisión privada donde mostraron el derroche de lujos, tecnología, seguridad y por supuesto el desfile de modas encabezado por las primeras damas y cientos de invitados entre políticos y empresarios de gran calado; donde de primera mano se detectó el matrimonio “político-capitalista” que prácticamente confluyen en un solo cuerpo, buscando el mismo objetivo. Aprovechando el estado ‘zombi’ de miles de colombianos, los medios de comunicación durante toda la semana mantuvieron activa una expectativa que ni ellos mismos se la creen; pero sobre todo girando siempre alrededor de los movimientos milimétricos del jefe de jefes o mejor dicho el ‘patrón’, hablando en términos coloquiales.
Pero todo no ha sido malo, también este evento sirvió para mostrar valientes pensamientos y actitudes como la del mandatario ecuatoriano Rafael Correa donde manifestó contundentemente “que esa tal cumbre debe desaparecer, que eso no aporta nada nuevo; solo sirve para fortalecer a los poderosos, y que mientras él sea presidente de Ecuador no asistirá a semejante circo”; por otro lado, el mundo entero observó impotentemente el cinismo y crueldad como trataron a nuestros vecinos cubanos, siendo estigmatizados por el hecho de practicar una democracia diferente a la capitalista e imperial gringa. Aunque todos los representantes legales de los estados americanos gozan de la misma dignidad presidencial, esto solo existe en el papel, porque en la cruda realidad se observó un solo presidente y treinta y dos secretarios, dispuestos a actuar robóticamente tal como lo designe el jefe. Aquí se comprobó el dominio psicológico, físico, económico y por supuesto político que el señor Obama posee sobre sus mayordomos latinoamericanos.
El 98 por ciento del contenido de las transmisiones se basaron en el derroche de  seguridad del señor ‘Pluma Blanca’, de sus movimientos, la dieta alimentaria y la vestimenta del día. Para la gente del común quedó la discusión de la legalización de las drogas, megaproyectos, TLC y la inclusión de Cuba para la próxima cumbre. Temas que simplemente van en contravía del pensamiento y necesidad popular de 180 millones de pobres, 72 de estos en la indigencia y más de 23 millones de desempleados. Esta cumbre, además de ser un acto inoficioso, fue el escenario para aniquilar completamente a las economías locales a través de la famosa globalización, al tiempo que va contra organizaciones socioeconómicas regionales autosostenibles, identificadas por salvaguardar intereses nacionalistas. Que espectáculo más ridículo ver defraudada la dignidad americana por un puñado de dólares, producto del sacrificio de millones de compatriotas inocentes de toda culpa, que solo intentan cultivar el derecho a la vida y vivirla bien…

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