lunes, 23 de enero de 2012

‘JUAN PACHANGA’

Por: Iván Antonio Jurado Cortés
“Son las 5 e la mañana y ya amanece, Juan Pachanga bien
vestido aparece todos en el barrio están descansando
y Juan Pachanga en silencio va pensando que aunque su vida
es fiesta y ron, noche y rumba su plante es falso igual que aquel
amor que lo engaño y la luz del sol se ve alumbrando y
Juan Pachanga el manito va penando, vestido a la última moda y
perfumado con zapato e colores yeyé bien lustrados, los que encuentra
en su camino los saluda, hey men , que feliz es Juan Pachanga
todos juran, pero lleva en el alma el dolor de una traición
que solo calman los tragos, los tabacos y el tambor
y mientras la gente duerme aparece, Juan Pachanga con su pena
y amanece”…

... así comienza una de las canciones más populares y controvertidas que haya podido exponer este gran compositor, abogado y político panameño Rubén Blades; aunque este poeta se ha identificado por ser un duro crítico del régimen imperialista gringo, sin embargo fue en ese país y con el acompañamiento del trombonista neoyorkino Willie Colón donde se mostró al mundo como un revolucionario salsero, transmitiéndole a la humanidad desprotegida y afligida una voz de aliento y esperanza. 
Obviamente que Colombia no es la excepción, por el contrario es el lugar en el mundo donde preocupantemente viene en aumento los “Juanes Pachangas”; algunos porque no nacieron para aportar, otros porque la vida es así y hay que resignarse, y una gran mayoría por la desinformación total de lo que acontece en este país y su alrededor.
El fondo de la canción no es más que la cruda realidad de millones de ciudadanos que aún no identifican el sentido de la realidad social y política que afronta esta amada Colombia. Es la reacción de la cotidianidad colombiana que aunque los derechos se afecten sensiblemente, no se hace nada por hacerlos respetar o al menos levantar una voz de protesta contra las arbitrariedades producto de políticas antipopulares, que vienen haciendo mella al sentir diario de las comunidades más desprotegidas. La crisis social y política que afronta este país no es solo responsabilidad de los gobiernos de turno, también contribuye marcadamente el desentendimiento y la insensibilidad del constituyente primario. No debemos olvidar nunca que el Estado somos todos, y por lo tanto nos implica responsabilidades, deberes y derechos.
Actualmente la tendencia mundial impuesta por los países capitalistas, la mayoría sumidos en una progresiva lucha por defender su estatus de “poderosos”, vienen afectando seriamente los intereses de otros que solo les ha importado vivir la vida al estilo ‘Juan Pachanga’, pero que en el fondo contrarrestan la cultura, idiosincrasia, autonomía y soberanía estatal. En afán por recuperarse económicamente, los precursores del capitalismo salvaje como BID, FMI, entre otros, solo han enfilado sus baterías en pro de salvaguardar sus intereses particulares; así sea a costa de la dignidad de muchos seres humanos que aún están convencidos que los señores de ‘ojos azules’, vienen en buena tónica, tal cual está sucediendo con los tratados de libre comercio, explotación a gran escala de la minería, multinacionales, etc, etc,…

Es cierto que la globalización es importante para el desarrollo y progreso de una sociedad, pero también es verdad, que para conseguir este propósito no podemos obviar nuestra ideología social, política y cultural; porque solo esto hace que la libertad y la democracia tenga validez; de lo contrario, será un vulgar sometimiento disfrazado de hipocresía; atropellando a los indefensos y matando la esperanza de la dignidad y el desarrollo humano.

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