LA FELICIDAD

“La felicidad es un sentimiento de armonía

con  el orden del universo”

Filosofía griega

Por: 

JOSE  ZIADE  BENITEZ

La primera duda que nos asalta frente al tema de la felicidad es si realmente seremos capaces de alcanzarla, después de haber sido tema de discusión por el hombre durante toda su historia, y continuarlo siendo hoy en día.

Si la felicidad es un sentimiento de armonía con el universo, en el momento actual nos estaríamos alejando de ese estado del ser, ante los problemas del calentamiento global y la destrucción de la capa de ozono, que están generando desastres naturales y sufrimiento y dolor.

Hay que reconocer que “la felicidad son momentos especiales de alegría” como dice la psiquiatra Catherine Birdorf, y el equilibrio es el que ocupa el resto del tiempo, o debería ocuparlo, y los momentos de sufrimiento y dolor, ser escasos, como ante la muerte de un ser querido, etc.; y no pensar que el  “hombre nace para sufrir” y se pasa toda la vida desasiéndose de esa idea y buscando la inalcanzable y esquiva felicidad.

Para Mariano Bertoldi y desde el punto de vista filosófico, la felicidad es aquello que colma el corazón humano y hace al hombre pleno, y eso es algo que está en el “dar”, en vivir para algo distinto de sí mismo. En el Budismo se llama “desinterés” que es el desprenderse del egoísmo y entregarse a los demás, como una madre que da todo a sus hijos aunque se quede sin nada, pero feliz.

La Dra. Lyubomirsky psicóloga, plantea diez claves practicas para ser feliz, de las cuales por lo menos siete tienen que ver con los demás, como el “amaos los unos a los otros” del Cristianismo.

El “tener” que en nuestra sociedad actual ha reemplazado al “ser”, se concentra en acumular bienes materiales y/o satisfacciones personales, que se han convertido en el gran obstáculo para la felicidad, pues no permite el dar y se concentra en el recibir que no genera felicidad alguna para nadie.

Es también importante dice Birdorf “reconocer los problemas que nos hacen infelices, así como aprender a manejar los conflictos”. Igualmente se requiere valorar los momentos buenos maximizarlos y multiplicarlos.

No se puede dejar de lado la herencia y el ambiente en la multicausalidad de la felicidad o “set point”, es decir el potencial de felicidad que todos traemos y la influencia que ejerce el medio en el que nos desarrollamos. Esto permite cambiar hasta un 40% de nuestra felicidad.

Para finalizar podemos decir que la felicidad es personal e interior pero depende de los demás, como de nosotros mismos.

Los momentos más felices los pasamos en familia y con amigos, con personas que uno ama, pues quien no ama difícilmente será feliz. El resto de los momentos de felicidad se encuentran en el dar a los demás.