lunes, 16 de septiembre de 2013

‘PATADAS DE AHOGADO’


Por: Iván Antonio Jurado Cortés

Cuando apenas se intenta calmar las protestas sociales originadas por los diferentes sectores de la producción nacional, empiezan a reaparecer unos personajes que por más de cuatro semanas se mantuvieron hibernando en estratégicos ‘cambunches’, escuchando desde la barrera los justos reclamos de millones de colombianos atropellados permanentemente  por la desesperanza y miseria, gracias al diseño neoliberal y olvido por parte del gobierno y Estado.

Obviamente que existe una presión por encima de la vergüenza y dignidad de estas ‘personalidades’, que han dedicado su vida a ‘trabajar sin descanso por sus comunidades’, para que nuevamente entren en escena, asistiendo a foros, ‘mojando prensa’, alentando a improvisados líderes del paro, en fin, ya que el tiempo se les ha convertido en el peor enemigo para consolidar sus pretensiones electorales.

Ya se escuchan opiniones favorables a los afectados; algunos más osados intentan conectar relaciones y se ofrecen como garantes o mediadores del proceso de concertación que por estos días adelantan campesinos y representantes del Gobierno Nacional en diferentes departamentos del país. Incluso en las redes sociales, que ha sido el medio más efectivo para que la ciudadanía exprese sus opiniones y malestares, los legisladores se las ingenian para recobrar un mínimo de aceptación.

Por encima de la infinidad de conceptos contrarios al oficio como congresistas, ellos aún sueñan y más que un sueño, acentúan un arduo trabajo contra reloj para insistir en recobrar una supuesta credibilidad ante el pueblo que los eligió. La mayoría de legisladores jamás pensaron que esta emancipación agraria tuviera tanto eco e importancia en todos los niveles de la sociedad. 

Hoy los ‘padres de la patria’, muchos se lamentan de no haber tomado protagonismo en estas faenas huelguistas de los productores. Varios tienen sus días contados, sin embargo no dejan de dar ‘patadas de ahogado’, ilusionados que en algún momento pueda retornar la amnesia en sus representados.

En la primera semana de paro, ni el mismo gobierno mucho menos los congresistas creyeron que este levantamiento popular tendría tanta resonancia en la patria; hasta algunos irresponsables manifestaron sin ningún escrúpulo que ‘el tal paro no existía’, que solo eran unos arrebatos alejados de la sana sociedad y muy pronto calmarían. Esta vez estos folclóricos políticos han entendido y sentido el enojo y desprecio que la gente siente por ellos, es por eso su preocupación, más cuando se avecina una fecha electoral donde indudablemente se les pasará la cuenta de cobro.

Las consecuencias del Paro Nacional Agrario no solo son económicas, sociales, sino que repercutirán directamente en las aspiraciones reeleccionistas de estos típicos ‘señores de cuello blanco’, responsables directos de toda esta hecatombe socioeconómica que afronta el país del ‘Corazón de Jesús’. Con la aprobación de los TLC, se le ha dicho a Colombia que no existe coherencia entre el discurso redentor de estos políticos y sus acciones, solo han primado y primarán mezquinos intereses capitalistas particulares, lo demás se traduce en simple falacia. 

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