Por: Iván Antonio Jurado Cortés
Lo ocurrido en la pasada semana con los mal llamados “Padres de la Patria”, solamente confirma que la mayoría de congresistas son unos personajes hipócritas, que alimentan a la gente de falsas expectativas y se nutren con el sudor ajeno; siempre engrosando sus aspiraciones lucrativas y fortaleciendo la mafia creada con varias estructuras del Estado, donde el clientelismo y corrupción salen a flote permanentemente sin ningún pudor.
Una Reforma Tributaria formulada a espaldas del pueblo y desde escritorios estéticamente elegantes, cubiertos con tapetes de cristal donde al fondo se imponen las mejores fotografías sociales, cocteles, casas fincas, etc., solo dejan entrever el poder y ambición económica, objeto principal de estos ‘lagartos de cuello blanco’, verdugos de una sociedad aturdida e hipnotizada, que aún sueña que bajo este delineamiento político algún día se producirá efectos positivos en favor de sus propias necesidades.
En una sociedad en su mayoría cristiana católica, que por estos días está encaminada a las festividades religiosas, de seguro que pasan de ‘agache’ las actitudes maquilladas de estos sujetos, que aprovechan las mejores oportunidades para actuar y vender su producto que desde ya les dejará excelentes resultados en favor propio. El modelo neoliberal impuesto en Colombia, jamás permitirá que un asunto de connotación nacional trascienda por encima del interés capital o macroempresarial, pero sí debe ceñir el cinturón austero al grueso de la población, quienes finalmente son los que están condenados al pago de impuestos y sostenibilidad estatal.
Aunque el Ministro de Hacienda y en sí el propio presidente insista que el nuevo paquete tributario dará en su inicio la formalización de ‘un millón de empleos’, todo queda en simple retórica, ya que la triste realidad es totalmente inversa. Eso suena como la política de restitución de tierras o las bondades de Agro Ingreso Seguro, todo es demagogia… pero en el fondo lo que ha sucedido, es la imposición de IVA a productos y actividades que hasta el momento no eran grabadas. Sin embargo ha quedado clara la disminución de la tasa del impuesto de renta de las grandes empresas del 33% al 25%. La pregunta es: ¿Este excedente quien lo suplirá?
Más del 82% de las utilidades de las empresas financieras, mineras y de comunicaciones se van a los bolsillos de los magnates, y con la nueva reforma tributaria estos megacapitalistas bajaran sus impuestos en aproximadamente 5.80 billones anuales, mientras que el pueblo deberá tributar 4.65 billones más (Suarez Montoya A.), entendiéndose de otra manera: ‘A los ricos les bajó los impuestos, mientras que a los pobres les subió’.
Esta famosa reforma, que ha propósito pasará a la historia por la cantidad de ‘orangutanes’ y artículos diabólicos en contra de la dignidad humana, especialmente en derechos fundamentales como: salud, bienestar y educación, hoy deja un desequilibrio por encima de los 2.5 billones de pesos. El gobierno prefirió disminuirle impuesto a los grandes capitalistas y clavarle el puñal a los pobres colombianos, sin importar la repercusión que desde ya tendrá en las familias de estrato medio y bajo. Sinceramente es una reforma deshonesta e hiriente a los intereses populares.
Mientras se disfruta una rica natilla, buñuelos y ron, por otro lado estos indignos representantes de las comunidades disfrutan de las comisiones, cargos burocráticos y aperturas de nuevas cuentas bancarias… obviamente que el guayabo será durísimo cuando nos quitemos el polvo de los carnavales y el ‘corrientazo’ nos suba de 3 mil a cinco mil pesos… es una gran falacia decir que el porcentaje de desocupación es de un dígito, cuando estadísticas serias demuestran que en la actualidad el desempleo está por encima del 32%, lógicamente que se contabiliza la informalidad. Esta reforma aprobada irresponsablemente, profundizará y golpeará la sensibilidad adquisitiva del colombiano de a pie… fue el peor error de la década… un insulto a la dignidad colombiana.
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