lunes, 12 de septiembre de 2011

‘COMERCIANTES’ DE VOTOS; unos mezquinos en contra de la democracia…

Por: Iván Antonio Jurado Cortés
Según la Real Academia de la Lengua española, la palabra ‘Democracia’ significa: “Doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el gobierno. - Predominio del pueblo en el gobierno político de un Estado”. Mas no, es cohechar, imponer o someter al pueblo a unos ideales que por lo general proceden en contra de los intereses de las mayorías. Lamentablemente en gran parte de las sociedades latinas y porque no decirlo en países subdesarrollados, la práctica de la buena democracia esta ‘mandada a recoger’; todo gracias a individuos movidos y enceguecidos por un afán de poder económico y político que han visto en las masas populares el mejor sitio para concretar sus negras intenciones.

Desde hace décadas atrás, esta actividad clientelista y de sometimiento ha venido en aumento en todos los países suramericanos, especialmente en los más atrasados en cultura política; entre ellos Colombia. En la actualidad, millones de colombianos esperan con ansiedad que llegue la época electoral, porque gracias a esta, muchas personas pueden mejorar sus ingresos aunque sea de manera temporal, aprovechando la ocasión para conseguir favorcitos, contraticos o prebendas otorgadas por los sinvergüenzas politiqueros de turno, obsesionados en llegar a ocupar un cargo de elección popular; que lamentablemente son los mejores sitios para emprender actos ilícitos en contra del erario público, afectando profundamente la dignidad de una población que permanentemente esta ansiosa de cambio e ilusionada con un mejor porvenir.

En nuestro país, existen diferentes temporadas electorales, unas más provechosas que otras; siendo prioritarias e impactantes las elecciones locales y regionales, ya que el interés se vuelve específico y cobija hasta el mínimo rincón de la patria. Son en estas fechas cuando aparecen los ‘salvadores’, por lo general con su mochila llena de ‘platica’ y una agenda repleta de números telefónicos lista para conectarse con los compinches y de esta forma improvisar las mejores obras de teatro callejero nunca antes vista, ejemplo: “Hola mi doc., como le va!!! Por acá estoy con un ‘amigo’ que necesita una manito y yo se que usted me va a colaborar con esto,… en seguida el doc., contesta: mándemelo para acá, pero de inmediato… y con esta escena casi perfecta, convencen al futuro ‘voto’ y aseguran uno más pal ‘buche’”.

Pero la responsabilidad no solo es del simpático politiquero, sino también del deshonesto e irresponsable ciudadano que se deja seducir por estos infelices seudolìderes, donde la mirada solo apunta a sus propios y ambiciosos intereses. Es verdad que una cosa es hablar y practicar la política con el estómago lleno, y otra muy diferente hacerla con los intestinos vacios, solo inflados de ventosidades y atrofiados por una gastritis crónica a consecuencia de la fuerte hambruna; sin embargo, esto no es justificación para dejar que lo más preciado que un ser humano posee como la dignidad sea permeada por sendas propuestas diabólicas, adornadas y maquilladas con los mejores dotes de convencimiento.

Mientras esta mafia electorera continúe dengueándose por todos los rincones del país sin que ninguna entidad o autoridad competente entre en acción en contra de estas artimañas, jamás se podrá corregir estas anomalías, que más bien parecen propias de la cultura colombiana. Existe la Ley y los mecanismos; lo único que falta es la voluntad política para contrarrestar este delito. No es por desanimar a mis lectores, simplemente es que la mayoría de los que ocupan puestos de elección popular son producto de estos mezquinos procedimientos, por tal razón, los resultados no se dejan esperar, pésimos! Y no se venga a decir que la violencia armada es la única responsable del atraso social, ya que la ‘compra del voto’ es lo más letal para una sociedad y nocivo a la sana democracia, que finalmente termina con el inconformismo de millares de sufragantes arrepentidos después que se han sentido ultrajados y pisoteada su dignidad.

El verdadero desarrollo de una comunidad se mide de acuerdo a la cultura política que posea y que será reflejado en resultados concordantes a actuaciones disciplinadas o irracionales de los electores. Esto se lo expresa mejor con la siguiente formula aritmética:

VC + CA + BC
--------------- = DETRIMENTO FISCAL Y ADMINISTRATIVO
           IE

VC: Voto comprado
CA: Consciencia arrebatada
BC: Boca cerrada
IE: Impunidad Estatal
DETRIMENTO ADMINSITRATIVO = Violencia y desigualdad social.

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