lunes, 4 de julio de 2011

¡QUE HUEVITOS TAN CAROS! Y ‘disque’ es la mejor herencia!...

Por: Iván Antonio Jurado Cortés
Una de las cualidades que tenemos los colombianos y que al mismo tiempo se convierte en envidia para otras culturas foráneas, es el buen sentido del humor y la inagotable paciencia. Esto ha conllevado también a que una gran mayoría del pueblo colombiano confunda la paciencia por sumisión, originando una actitud de resignación ante toda forma contraproducente para el ser humano. La resignación hace que la impotencia se impregne en el sentimiento racional del ser humano.
Al mismo tiempo, uno no puede desconocer que una de las aptitudes del colombiano es la creatividad. Ya no es sorpresa para nadie en este país escuchar y observar frases tan elegantes, convincentes y cargadas de colorido y sentimiento patrio, que muchas personas desprevenidas caen rendidas ante tanta belleza demagógica. Las campañas electorales que se realizan en el país del Corazón de Jesús, son las mejores del resto de Latinoamérica en cuanto a poder de convencimiento se refieren. Gran parte de los protagonistas de las contiendas electorales, se han caracterizado por la creatividad y los mensajes que estos transmiten al pueblo. Desde que yo tengo uso de razón, he venido escuchando un sin número de lemas halagadores, simpáticos y de gran reflexión, que solo con leerlos muchos compatriotas terminan convencidos que la solución a tanto inconveniente ha llegado… Y lo irónico del caso, es que muchas de estas frases se repiten campaña tras campaña y por décadas, sin embargo varios incautos las defienden aduciendo que son nuevas.
Pero una de las mejores frases que se ha escuchado en la última década es la que fue muy conocida en el gobierno anterior y que continua empollándose con miras a eclosionar en esta administración. “Los famosos huevitos”, seleccionados en una de las mejores fincas de Antioquia, posteriormente trasladados a Bogotá con toda la delicadeza para que algún día puedan terminar su ciclo de incubación. Estos famosos huevitos, con su color azulado, pecositos y de gran tamaño, fueron los que cautivaron a miles de colombianos, conllevándolos a tomar determinaciones equivocadas en contra de su propia dignidad. La seguridad democrática, la cohesión social y la confianza inversionista son los nombres ‘huevones’, o mejor dicho así se llaman los ‘tres huevitos’.
Estos ‘tres huevitos’ son catalogados como los más caros del país, inclusive del mundo; empezando por el huevo de la seguridad democrática, que ha costado cerca de cuatro millones de desplazados, dieciocho mil víctimas mortales (excepto las de combate) y más tres mil falsos positivos. Sin perder el ritmo no se queda atrás el segundo huevo que es el de la cohesión social, con un costo supremamente elevado cercano al 22% de desempleo. Sin desconocer que el 40% de la población colombiana se encuentra en pobreza extrema y un 20% en la indigencia. En cuanto al huevo de la confianza inversionista, que es el más estilizado de los tres; inclusive da la apariencia que no fuera de la misma gallina, más bien pareciera un huevo extranjero; este ‘señor huevo’ está representado por las altas tasas de interés bancario, con exenciones exclusivas para todos los capitalistas interesados en realizar sus inversiones en las diferentes áreas de la producción. Las explotaciones mineras indiscriminadas también hacen parte de este ‘huevito’.
Pues si señores; como pueden ver, los huevos más costosos que un ciudadano puede pagar, están en Colombia. Por lo tanto se necesita de una ‘gallina bien verraca’ para que los abrigue, los sacuda y los incube en tiempo real hasta llegar a su feliz eclosión. ¿Será que eclosionan?... ¿No será que se enhueraron?

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