Por: Nilo Andrés del Castillo M. Especialista
Leer y escribir son fuentes primarias de información, instrumentos básicos de comunicación y herramientas indispensables para participar socialmente en todas las relaciones y roles socio culturales de los seres humanos y como resultantes de ello poder construir subjetividades.
El proceso lectoescritor, es fundamento para adquirir conocimientos, donde el elemento básico y primordial es la PALABRA, que ocupa un lugar central en todo el desarrollo humano de las personas en cualquier tiempo, época o sociedad, sin duda puede afirmarse que las palabras son el ALMA para adquirir o transmitir conocimientos.
Es importante entonces, hacer diferenciaciones entre “lecturas útiles” y “lecturas de distracción”, leer o escribir, no es una diversión, por el contrario, es algo que CONSTRUYE, es la búsqueda de sí mismo, el encuentro consigo mismo, es relacionarse con otros, es lo más importante para un ser humano.
Lectoescribir, es estar en otra parte, en otro mundo, es “crear” rincones de sombras y de noches, en una existencia que construye “patrias imaginarias”, para los lectoescritores, el ejercicio de este proceso los convierte en “toreros verbales”, en domadores de palabras, en locos de la lengua y del lenguaje.
Un pueblo que no lee o no escribe, no construye conocimientos, no hace historia, no deja un legado que lo identifique, no deja huellas, porque de “algo se aprende”, de los LIBROS, constituidos por palabras, lo que determina en gran medida la existencia de los seres humanos, es con el peso de las palabras que se hacen verdaderos sabios, lideres, dirigentes, sólidos, por el contrario, con el peso de la ausencia de las palabras, las personas se vuelven y transforman en ignorantes, tejido social frágil y melifluo propicio para la corrupción.
Se necesita encontrar personas que descubran y transmitan palabras que den voz a los temores ocultos, que le den sentido a la vida, que con sus palabras, acciones y actitudes produzcan verdaderos cambios en la sociedad en que viven y a la cual se deben como líderes sociales.
La lectoescritura, nos da acceso directo al saber, a los conocimientos formalizados, a modificar las líneas de nuestro destino escolar, profesional, o social, a apropiarnos de la lengua, su uso y prácticas privilegiados, para acceder a la lengua en forma desenvuelta, donde se convierta en pasaporte esencial para encontrar un lugar en la sociedad.
Este proceso lectoescritor, nos permite la imaginación, que es la única cosa capaz de oponerse a la sociedad, pues lo imaginario es el espacio sensible y expandible, espacio en el que la sociedad ni nadie pueden ejercer ningún control. La ensoñación, que tiene libre curso, permitiendo imaginar, pensar, construir mentalmente otras formas de concebir lo posible. Un tiempo, para sí mismos, tiempo de disponibilidades, de ocio, de reflexión, en donde se evita la precipitación, es necesario tomarse un tiempo.
Los seres humanos, nos hacemos y nos construimos a través de “sueños”, no es abriendo un libro de matemáticas con formulas científicas, como se convierte un científico, no……, es lectoescribiendo señores, eso es lo que hace que la imaginación despierte.
Recuerda esto “estamos repletos de personas con inteligencia artificial, la cual no puede competir con la estupidez natural”, a veces necesaria para vivir mejor.
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