Por: Rodrigo Gómez
El 12 de diciembre de 1979, la naturaleza descargó su furia sobre los pueblos de la costa pacífica nariñense. Un poderoso terremoto y un tsunami dejaron a su paso pueblos enteros arrasados, casas destruidas y decenas de víctimas. A pesar de la enorme tragedia los habitantes del litoral fueron capaces de recuperarse, entre otras razones, porque las columnas vertebrales de su economía quedaron prácticamente incólumes.Los productores de coco y cacao dinamizaron la cadena productiva, la Palmicultura todavía insipiente ocupaba una parte sustancial de la mano de obra nativa, la industria maderera contaba con poderosos aserrios, la pesca industrial y artesanal eran una esperanza, e incluso, el terminal marítimo a pesar de su poca profundidad ocupaba decenas de trabajadores y contribuía con el 0.5 por ciento del total de la carga que se transportaba desde los puertos del país.
Después de trascurridos casi 31 años de la tragedia, hoy vivimos otra cuyo origen ya no es atribuible a los impredecibles caprichos de la naturaleza, sino a las erráticas e indolentes decisiones de los sucesivos inquilinos de la casa de Nariño.
Abandonados a su suerte y sin respaldo tecnológico ni científico, a los productores de cacao los acabó el anillo rojo; las importaciones masivas del chocolate, la depresión en los precios y la escoba de bruja, dieron cuenta de los cacaoteros. La palmicultura, que en su apogeo llegó a tener 32 mil hectáreas sembradas, hoy no llega a 2 mil. Las fumigaciones indiscriminadas con glifosato y la pudrición del cogollo arrasaron con 30 mil hectáreas y de paso sacaron del mercado laboral más de 100 mil jornales mensuales.
La madera es una industria raquítica y puertos de Colombia sencillamente ya no existe.
El anterior que debería ser el cuadro completo del Apocalipsis, no lo es. La irrupción de la economía ilegal, la irracional guerra contra la coca, la violencia desbordada, el desplazamiento forzado, y el entronizamiento de una clase política al servicio de oscuros y corruptos cacicazgos del interior, son todavía brochazos no completos de nuestro viacrucis.
Ciertamente, la de hoy no es una situación para reír.
SOLO QUIERO DECIRLE QUE LOS CARNAVELES ESTAN SUPER PERO ME GUSTARIA QUE LE ECHARAN UN VISTAZO A LOS PUENTES DE TUMACO EN ESPECIAL EL QUE SUBE POR PARTE DE LA SAN JUDAS Y SE ENCUENTRA CON EL PRIMAVERA Y PROGRESOS ESO ES UN PELIGRO DE MUERTE HAY UN GUEGO GRANDES LA PILASTRAS YA NO DAN MAS Y NI HABLAR DEL PUENTE VENECIA OTRO HUECO Y EL DE LAS FLORES HAY ESTO SE DEBERIA PAZAR A NIVEL NACIONAL PARA VER SI POR ALLA NOS ESCUCHAN, PORQUE TODO NO ES COLOR DE ROSA NO SOLO PARQUESITO ACUERDESE SEÑOR ALCALDE DE LAS PERSONA QUE LO APOLLARON Y LOS PUESTE ES CASI LA MITAD DE TUMACO EN LA PARTE CENTRAL TODOS ESTAN APUENTO DE UN DERRUBE Y CREO QUE HACEN CASO ES CUANDO OCURRA UN DESASTRE Y HAYA MUERTO YA QUE POR TODOS ESOS PUENTES PASA MUCHA GENTE YNIÑOS MENORES Y MOTO POR QUE CUANDO SIERRAN LAS VIAS POR DONDE CREE SEÑOR ALCALDE QUE PASAN LAS MOTOS PARA CORTAR CAMINO,
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